domingo, 24 de mayo de 2009

(1) DEL NACIMIENTO A LAS PUERTAS DE SU ESCOLARIZACION EN UN CENTRO ESPECIALIZADO.

David nació el día 1 de setiembre de 1977, en la Clínica de Nuestra Señora del Pilar, en Barcelona. Fueron sus padres, Joan Vendrell Campmany, de 32 años y Magdalena Llauradó Cubells, de 29. Su hermano, Jordi, tenía 6 años de edad.
Pesó en el momento de nacer 3, 450 kilogramos y medía 50 centímetros. Tuve ocasión de presenciar el parto, que no registró ninguna complicación.
Los primeros tiempos de David se desenvolvieron dentro de la normalidad. Cuando se ha tenido antes a otro hijo, se acostumbran a hacer comparaciones, y de ahí que David aparentaba ser un niño muy dócil y que no exigía demasiadas atenciones. Podía permanecer largos periodos de tiempo en el interior del cuco y más tarde, cuando ya se tendía en pie, dentro del "parque", sin requerir ser tomado en brazos. Contrariamente, de manera puntual, podía estallar en lloros sin causas aparentes que lo justificaran.
Se dice que las madres tienen un sexto sentido intuitivo en cuanto a sus hijos se refiere. Cuando David iba camino de cumplir su segundo año de vida, me comentó que notaba algo distinto en su comportamiento. Yo no lo percibía, y las personas más cercanas, como los abuelos paternos del niño, tampoco. Pero mi esposa insistía cada vez más. Lo consultamos al Dr. Miralpeix, un prestigioso médico pediatra de Barcelona, que a su vez era puericultor del Estado, y que lo visitaba desde que nació. No le dió ninguna importancia. "Charlará hasta por los codos" -- sentenció -- cuando le manifestamos que no intentaba balbucear palabra alguna. En abril de 1980 empezó a ir a una guardería infantil, encontrando una muy buena disposición de su directora, que nos iba informando por escrito del comportamiento del niño. Apenas pronunciaba algunas sílabas. Se le efectuó un electroencefalograma cuyos resultados fueron los normales. Acudimos al Centro Piloto Arcángel San Gabriel, de Barcelona, que a lo largo de varias visitas y exploraciones fue diagnosticado de "Niño con grandes estructuras psicóticas". La Tomografía Computarizada que le fue efectuada concluyó en "Exámen dentro de los límites normales". En la a visita al Hospìtal "Niño Dios", de Barcelona, el Dr. Oriol Folch dictaminó que " en nuestra opinión se trata de un niño que acusa una inmadurez de base neurológica de causa inespecífica que se manifiesta especialmente por un descontrol emocional y motriz, con una gran labilidad de la atención, estereotipias y conductas impulsivas de toda clase". Continuaba el informe sugiriendo que " ... pienso que hay que escolarizar al niño para poderle ofrecer un marco estable que lo gratifique y que no refuerce la conducta indeseada, al tiempo que le permitirá obtener un diagnóstico más preciso del caso".
Estuvo también siendo visitado a lo largo del curso 1980-81 por el Servicio de Psiquiatría, en la sección de Psicología del Hospital Infantil de San Juan de Dios, en Esplugues de Llobregat (Barcelona), por el Dr. Fernando Angulo y posteriormente por la psicólega M. Noguera, que diagnosticaron "un retraso madurativo, con rasgos psicóticos, la evolución pronóstica es probablemente buena si se le brinda una ayuda inmediata adecuada, tanto en el ámbito pedagógico como psicológico".
El problema radicaba en conocer la existencia de centros adecuados.
-- No tenemos información de los que pueda haber -- nos dijo la psicóloga. Si ustedes encuentran por favor, comuníquenoslo, para así poder también nosotros orientar a otras familias que en el futuro pudieran necesitar de sus servicios.
La madre, no obstante, se había preocupado de leer libros de psicología infantil, y llegó a la conclusión de que David tenía los síntomas propìos del Autismo de Kanner. En el próximo post, comentaremos su escolarización en el Centro de Educación especial COPES, de Barcelona y los primeros tiempos en Centro CERAC, de La Garriga (Barcelona)

2 comentarios:

  1. Una mare inte-ligent intuitiva, i lluitadora. Enhorabona!

    ResponderEliminar
  2. La madre de David...madre mia,como puedo ponerme en su piel...a mi me ocurrió exactamente lo mismo,fuí la primera en notar sintomas y al principio nadie más que yo los veia...casi creí volverme loca...un abrazo,no me olvido de David,estamos liadillos pero me estoy leyendo el blog a ratitos y os tengo muy presentes.

    ResponderEliminar